Comenzamos la excursión desde el concurrido Coll de Estenanyes, hacia el Montcau. En un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en la cima del Montcau. Aunque el día estaba nublado, el aire estaba limpio y se tenia una visibilidad extraordinaria, cosa que pudimos reafirmar más tarde, al poder ver Mallorca desde la Mola. El Montcau nos regaló una vista impresionante de los Pirineos y Montserrat.
Nos hicimos la foto de rigor, y comenzamos la bajada al Coll d'Eres. Desde el Coll d'Eres seguimos el transitado camino hacia la Mola, pero con la ventaja de estar al resguardo del viento.
En la Mola, nos encontramos con Rosana y Raul. Charlamos un rato, nos comimos el bocata resguardados del viento, y comenzamos el regreso al Coll de Estenayes.
En la vuelta pasamos por los Obits, investigamos un poco las cuevas y observamos algunas de las vías de escala.
Al final llegamos al punto de partida, donde cogimos los coches y nos fuimos a hacer el aperitivo como broche final a la estupenda caminata que habíamos realizado.